La Navidad es esa época del año que yo relaciono con mucha diversión. Es esa época del año en la que me pongo al tanto con mis amigos, compro regalos, recibo regalos, salgo a ver luces navideñas, voy a los diferentes eventos navideños en mi ciudad, visito a mi familia, y veo películas navideñas con mi familia. Espero con mucha emoción esta época del año.
Sin embargo, esta Navidad se siente diferente. No he tenido ninguna reunión familiar, he hecho todas mis compras en línea, no he asistido a ninguna celebración navideña, y no visitaré a mi familia.
El COVID-19 ha cambiado dramáticamente como celebramos esta época del año. Si considero el alto número de casos de COVID-19 este invierno, viajar para visitar a mi familia, reunirme con amigos, y salir como antes lo solía hacer en esta época del año no es una opción segura.
Sería justo decir que estoy de duelo, que extraño lo que la Navidad era. Cuando uno está de duelo, no solamente uno se siente triste, uno también se siente irritable y siente que las cosas no son justas. Si usted es alguien a quien le encanta la Navidad, quizás ve el COVID-19 como este Grinch que vino a arruinar la posibilidad de tener Navidad en comunidad, de tener misa o servicios de iglesia dentro de las iglesias, de tener reuniones familiares, fiestas de fin de año, etc.
¿Se ha dado la oportunidad de notar estas pérdidas? ¿De hacer honor a estas pérdidas? Quiero invitarlo(a) a notar estas pérdidas y notar en dónde duelen más ¿Qué es lo que más extraña esta Navidad?
Sus sentimientos son válidos y vale la pena ponerles atención. Creo que hacer honor a estas pérdidas es importante. Su dolor respecto a estas pérdidas le está diciendo lo que es importante y significativo para usted. Saber a lo que uno le da valor puede orientarlo(a) en decisiones y en la manera de conducirse en la vida. Reconozca sus pérdidas, su dolor, note los sentimientos que surgen en usted durante esta temporada. Piense en lo que esto dice sobre usted, sobre lo que es importante para usted.
Asimismo, para muchos la Navidad es una época del año llena de nostalgia. Es durante Navidad o las fechas de fin de año que la usencia de aquellos que han muerto duele más. Esta época del año es particularmente dolorosa si uno está lejos de la familia. Es doloroso no tener suficiente dinero o no tener trabajo cuando uno ve en esta época a la gente comprando y recibiendo regalos. Además, las fiestas de fin de año usualmente son esa época del año en la que miramos hacia atrás y reflexionamos sobre lo que logramos durante el año y lo que no logramos, nos ponemos a pensar en las pérdidas que tuvimos.
Este año, cuando reflexionemos sobre el 2020 quizás nos encontremos diciendo: “¡Qué año tan doloroso!” Quizás pensará usted: “Ya quiero que pase el 2020. No puedo con más.”
Es justo decir que este año ha sido un año muy doloroso. Mucha gente ha perdido su empleo, a mucha gente se le murieron familiares por el COVID-19 y no tuvieron la oportunidad de despedirse de ellos antes de que murieran, no hubo oportunidad de estar en familia durante funerales. El 2020 ha sido un año que ha traído mucho dolor y un virus que ha cambiado la manera en la que vivimos la vida.
Como terapeuta creo que es importante tomarse tiempo para detenerse, para notar nuestro dolor, nuestras pérdidas, notar nuestra nostalgia, notar que estamos en duelo. Vale la pena poner atención a lo que uno siente, lo vale su tiempo. Le va a ayudar a hacer sentido de este año. Le ayudará para reconocer a lo que sobrevivió este año.
Finalmente, si se encuentra deprimido(a) y sintiéndose sin esperanza, sujétese a lo que le da esperanza, sujétese a esos pequeños momentos de esperanza y felicidad que tiene en su vida a pesar del COVID-19. Incluso si esos momentos de esperanza y felicidad son pequeños sosténgase de esos momentos. Quizás esos pequeños momentos son la mirada en los ojos de sus hijos cuando hablan de Santa Claus, quizás es tomar un chocolate caliente mientras ve una película navideña, quizás es la alegría que le trae a su vida su mascota, quizás es manejar por su vecindario y ver casas decoradas mientras escucha música navideña, quizás es escuchar a su familia por teléfono o recibir una carta de su familia, enviar tarjetas de Navidad a su familia, etc. ¿Cuáles son esos pequeños destellos de esperanza y felicidad en su vida?
Si es usted Cristiano(a), sea la denominación que sea, la Navidad es la celebración del nacimiento de Jesucristo. El nacimiento de Jesucristo trajo luz a la humanidad, su nacimiento representa esperanza para la humanidad. Sujétese a esa esperanza, sujétese con toda su fuerza, necesitamos esperanza mas que nunca durante esta pandemia.
La vacuna ya viene en camino, los doctores están aprendiendo más sobre este virus y hemos encontrado maneras de conectarnos unos con otros a través del internet.
Le deseo que encuentre esperanza en su fe, en sus seres amados, en sus recuerdos, y en usted mismo esta Navidad. Si algo que aprendido como terapeuta es que la gente es fuerte, somos resilientes.
Eunice A. Palacios Ramírez, LMFT
Diciembre del 2020